La empresa de criptopréstamos en quiebra BlockFi ha obtenido permiso judicial para pagar unos 10 millones de dólares en bonificaciones a sus empleados, según un comunicado del 27 de enero.
El documento no utiliza la palabra "bonificación". En su lugar, se refiere a un programa de retención de personal y describe pagos adicionales además del salario base.
En el marco de este programa, BlockFi pagará hasta 9,98 millones de dólares a algunos de los empleados restantes.
La cantidad se distribuirá entre los empleados en tres plazos. Habrá dos niveles de pago: uno que abonará a los empleados el 42,5% del importe de su salario base y otro que abonará a los empleados el 9% del importe de su salario base.
El comunicado de hoy también afirma que BlockFi ha sido "autorizada, pero no dirigida", a poner en marcha este programa de retención de personal. Aunque presumiblemente la empresa no estará obligada a pagar a todos o a ninguno de sus empleados, tendrá que completar el último de los tres pagos en un plazo de 12 meses a partir de la aprobación judicial si decide seguir adelante con el plan de retención.
El documento judicial no especifica cuántos empleados pueden optar a la prima. Sin embargo, informes recientes sugieren que la empresa cuenta actualmente con unos 125 empleados.
BlockFi justificó inicialmente su demanda afirmando que sus empleados probablemente serían contratados en otro lugar debido a la agresiva competencia. Las declaraciones de la representación legal de BlockFi sugieren que los empleados de la empresa desempeñan un papel fundamental en la devolución de activos a los inversores.
La decisión de BlockFi de pagar a sus empleados será sin duda controvertida, ya que aún no ha reabierto por completo las retiradas de fondos de los clientes. En diciembre, la empresa tomó medidas en los tribunales para reabrir las retiradas de las carteras principales, dejando cerradas las carteras rentables. Sin embargo, todas las carteras parecen seguir congeladas desde el 27 de enero.
El procedimiento de quiebra de BlockFi se encuentra en el Tribunal de Quiebras de EE.UU. para el Distrito de Nueva Jersey. El juez Michael Kaplan supervisa el caso.
