Puede que se acerquen las elecciones presidenciales estadounidenses del 5 de noviembre, pero cada vez sale más a relucir el nombre de Donald Trump, y también se le relaciona con las criptodivisas. A veces no depende de él, como os contamos aquí en Spaziocrypto hace unos días, cuando hablamos de la memecoin MAGA, pero en otras ocasiones, el candidato presidencial republicano está directamente implicado.
El segundo capítulo de la batalla Trump - Biden será, según los expertos, una pelea bastante reñida. En el enfrentamiento político que enfrenta a los dos candidatos, lo que comúnmente llamamos campaña, las criptodivisas también han entrado estos días. Que conste que, de hecho, se han visto arrastradas a ello, pero eso poco importa: lo que nos interesa aquí es que el multimillonario neoyorquino, históricamente bastante reacio al mundo cripto, parece haber adoptado una postura más conciliadora.
"¡Un futuro sólido y positivo!". Palabra de Donald Trump
En una reciente entrevista, el magnate calificó de sólido y positivo el futuro de las criptodivisas, el mismo instrumento que hasta hace poco consideraba opaco y fraudulento. El cambio de opinión es claramente sospechoso, sobre todo porque se produce en periodo electoral y, por tanto, podría tratarse con toda probabilidad de un intento de aprovechamiento para ganar los votos de los -muchos- entusiastas estadounidenses de las criptodivisas.
¿Hay que confiar?
Donald Trump habló sobre las finanzas descentralizadas en su ya famosa finca de Mar-a-Lago, donde el 8 de mayo se reunió con un grupo de posibles partidarios que poseen abiertamente tokens no fungibles, o NFTs, y para congraciarse con ellos, mantuvo un tono complaciente respecto a estas herramientas que, hasta hace poco, consideraba que no se basaban en nada y sólo servían para apoyar el narcotráfico.
A la luz de lo anterior, es muy probable que la comunicación de Trump sea interesada y no refleje verdaderamente su pensamiento. Hay que decir, sin embargo, que la estrategia es comprensible, no sólo porque -quizá- el candidato republicano podría arrebatarle unos cuantos votos más mostrándose más abierto a esta financiación, sino también porque la comunidad de criptodivisas estadounidense critica abiertamente la política de Biden.
Críticas a Joe Biden
El rencor de la criptocomunidad contra el actual presidente demócrata se debe a la amenaza (sólo proferida y nunca realizada, ni de lejos) de Biden de vetar, como siempre puede hacer el inquilino de la Casa Blanca, según la legislación estadounidense, la H.J. Res. 109 de la SEC. Se trata de una disposición que afecta muy de cerca a las criptodivisas, permitiendo a las instituciones financieras reguladas en EEUU mantenerlas y negociarlas en el mercado.
La existencia de esta ley facilita el uso de tokens en suelo estadounidense y les otorga un reconocimiento que es apreciado por muchos inversores e insiders. Numerosos pesos pesados de la industria se han pronunciado constantemente a favor de la 109, desde Charles Hoskinson (cofundador de Ethereum y fundador de Cardano) hasta Ryan Selkis (CEO de la firma de análisis Messari, una de las más influyentes en blockchain).
Hoskinson declaró explícitamente en la su perfil X, que un voto para Biden equivale a uno contra la industria de la criptodivisa estadounidense, añadiendo que si Trump había ignorado esencialmente este mundo, su sucesor parece querer trabajar para destruirlo. Su postura política parece clara, y es probable que numerosos compatriotas activos en las finanzas descentralizadas piensen de forma muy parecida.
¿Cómo de interesadas están realmente las criptodivisas en Donald Trump?
Sin embargo, también hay miembros de la comunidad cripto que se sienten menos atraídos por Trump, según los cuales el multimillonario no es más que un oportunista que quiere hacerse pasar por innovador, aunque no lo sea en absoluto. La razón por la que el magnate supuestamente ha empezado a aceptar donaciones en Bitcoin y otras criptodivisas no se debe a un cambio de opinión sobre el sector, sino a sus problemas financieros.
Lo que resulta evidente es que ninguno de los dos partidos políticos se siente especialmente atraído por las criptodivisas. Esto no debería sorprender, dado que estamos hablando de dos candidatos que deben su confort económico a las finanzas de antaño y tienen una edad que les aleja del espíritu de innovación que caracteriza al movimiento. No obstante, por hipócrita y chapucero que sea, el intento de Donald Trump podría reportarle al final unos cuantos votos más. Entre dos males, no hay que descartar que algunos representantes de la criptocomunidad, en las urnas, premien al menos malo.
