Los Gobiernos alemán y estadounidense transfieren 150 millones de dólares en criptomonedas

El mes de julio se abrió con dos importantes transferencias gubernamentales de criptodivisas, realizadas por los ejecutivos alemán y estadounidense. Berlín realizó grandes transferencias de Bitcoin, que ascendieron a un total de 1.500 tokens (cerca de 95 millones de USD) y los asignaron a varios intercambios de criptodivisas, mientras que Washington transfirió 3.375 Ethereum (aproximadamente 11,75 millones de USD) a una dirección desconocida. No hace falta decir que estos movimientos, que se produjeron casi simultáneamente por parte de los dos actores institucionales, llamaron la atención de la criptocomunidad internacional.

Los movimientos del Gobierno alemán

La plataforma de análisis en cadena Arkham Intelligence, siempre bastante fiable, lleva unas semanas siguiendo los movimientos del Gobierno alemán. Sus profesionales han estado al tanto de los movimientos de Berlín. El ejecutivo locomotora de Europa, como lo llaman, ha movido un total de 2.700 BTC en conocidos exchanges de criptodivisas en las últimas dos semanas: Bitstamp, Coinbase, Kraken y otros. Hay que decir que el gobierno alemán tiene una tesorería considerable en criptodivisas y aún se le atribuyen 44.692 BTC. Dispone, por tanto, de 2.820 millones de dólares aún disponibles en sus arcas, sólo calculando el valor actual de la moneda.

El gobierno estadounidense y sus transacciones en criptodivisas

La propia Inteligencia Arkham también ha seguido los movimientos de Washington, más discretos que los de Berlín, pero aún así considerables. En este caso,la criptodivisa vendida fue Ethereum. En los últimos tiempos, quienes gestionan el monedero de la Casa Blanca han autorizado grandes transferencias de ETH. La dirección que liberó los fondos es una de las varias controladas por el Gobierno: es la que contiene los fondos confiscados a los criptoemprendedores estonios Potapenko y Turogin, vinculados a las operaciones de Rusia.

Estados Unidos transfirió, a una dirección desconocida por el momento, todos los 11,75 millones de dólares en Ethereum de esa billetera electrónica. El 30 de junio hicieron lo mismo con 11,84 BTC, por valor de 743.000 dólares, desde una dirección distinta a la que utilizaron el 1 de julio, también con fondos incautados. En definitiva, estamos hablando de movimientos significativos, que podrían tener un impacto nada desdeñable en la dinámica global del mercado de criptodivisas.

¿Qué conllevan estas transferencias de criptodivisas

¿Por qué los gobiernos alemán y estadounidense habrían decidido esta gestión de sus criptodivisas? Si bien podemos entender los movimientos de EEUU, ya que se trata de una incautación de moneda incautada, y por tanto de una ganancia vinculada a operaciones cibercriminales sobre la que no sería éticamente correcto especular, la decisión de Berlín es más desconcertante.

Y sin embargo, podemos rastrear tanto los movimientos fechados el 1 de julio, como los anteriores destacados por Arkham Intelligence, en una intención por parte de ambos ejecutivos de gestionar más estratégicamente sus activos en criptodivisas vinculados a finanzas descentralizadas. Se trata, al fin y al cabo, de una liquidez no inmediatamente gastable y es ccomprensible el deseo de convertirla, al menos parte de ella, en dinero inmediatamente invertible en bienestar.

Las motivaciones de los dos Gobiernos

Para un análisis externo -realizado por SpazioCrypto que no tiene relación alguna con los dos Gobiernos, por lo que puede no ser 100% exacto- parecería que Washington está decidido a cambiar su metodología de manejo de las criptodivisas. No nos sorprendamos, al fin y al cabo, es muy probable que cambien muchas cosas en este frente entre finales de año y principios de 2025, cuando cada vez más ETFs vinculados a las cripto se podrán comprar en Wall Street y habrá una administración más cercana a este sector en rápida expansión, sobre todo si Donald Trump, que ya ha anunciado que le gustaría estar al lado del DeFI, triunfa, sin obstaculizar su desarrollo tanto como lo ha hecho en el pasado.

En lo que respecta a Berlín, sin embargo, es plausible que sus deslocalizaciones se deban a la entrada en vigor de la nueva normativa MiCA (Markets in Crypto-Assets Regulation), que la UE adoptará gradualmente a partir de finales de este año. El nuevo reglamento legitima las criptodivisas dentro de las finanzas continentales, pero no todas. Por tanto, es posible que, a medida que entre en vigor, el mercado se vuelva cada vez más restringido y competitivo, por lo que vender antes podría tener sentido si no se confía en el futuro inmediato. Quién sabe, quizás Alemania no quiera liquidar al menos parte de sus tenencias en activos importantes por esta misma razón.

Independientemente de cuáles sean las razones, el mercado de las criptodivisas ofrece buenas oportunidades para inversores con un poder adquisitivo considerable, como los institucionales. Por este motivo, puede que ni siquiera haya explicaciones especialmente complejas detrás de estos movimientos, y que tanto Washington como Berlín simplemente hayan querido monetizar, convirtiendo parte de su atesoramiento en criptodivisas. A fin de cuentas, las reservas de tokens de ambos ejecutivos siguen siendo sustanciales incluso después de estas transacciones.