El mundo de las transacciones financieras está cambiando ante nuestros ojos. El motor de esta evolución es la creciente difusión de las soluciones de pago que hace posible la Web3. El fenómeno afecta a todo el planeta, pero los países que están impulsando el cambio son los países en desarrollo, menos estables económicamente y en busca de nuevas oportunidades de crecimiento.
Las economías del Segundo y Tercer Mundo están adoptando un enfoque proactivo, lo que refleja su agilidad y adaptabilidad, situándolas en la pole position de la innovación financiera relacionada con los pagos descentralizados. Una mayor experiencia a la hora de navegar por las a veces agitadas aguas del DeFi permitirá probablemente a las economías emergentes enfrentarse a los gigantes económicos en igualdad de condiciones en términos de inversión en un futuro próximo. Esto podría significar realmente la apertura de una nueva era y el nacimiento de una economía mundial dinámica.
Una nueva tecnología para transferir dinero
Los países en desarrollo nunca han tendido a ser capaces de responder adecuadamente a los retos planteados por un sistema económico ineficiente e incapaz de crear inclusión financiera, porque está orientado a construir una brecha entre ricos y pobres. Los métodos tradicionales implican comisiones de transacción, que no pocas veces alcanzan,o superan,el 10% del total; largos tiempos de espera y pagos transfronterizos que pueden demorarse hasta 5 días laborables.
Quienes no tienen domicilio fijo, salario regular o documentos válidos quedan fuera de esta dimensión, ya que no pueden dar ninguna garantía de solvencia económica. No hay que ser muy versado en la materia para darse cuenta de que esto constituye una verdadera discriminación contra las comunidades menos avanzadas y estructuradas, que sólo pueden permanecer al margen de las finanzas tradicionales (o TradFi, en contraposición a la abreviatura DeFi, para las finanzas descentralizadas)
Pues bien, en referencia a situaciones como éstas, el potencial de Web3 es realmente gigantesco. Por ello, estamos asistiendo a la implantación de sistemas descentralizados de pagos y transferencias de dinero basados en esta nueva infraestructura en muchas economías en desarrollo, como Brasil, que está haciendo un uso generalizado de estas nuevas tecnologías. Los protocolos financieros descentralizados, empezando por el P2P cryptocurrency exchange, ofrecen transparencia y seguridad. Estas peculiaridades las hacen más fiables a los ojos de muchos inversores.
Pagos descentralizados y prosperidad económica
En la propensión de los países en desarrollo a hacer uso de los instrumentos financieros que ofrece la Web3 subyacen factores económicos, regulatorios y geográficos. Las transacciones financieras desconectadas de la infraestructura tradicional se extienden más allá de las fronteras políticas y crean una red de transacciones más libre que reconfigura el equilibrio económico-financiero mundial.
Es por ello que países atenazados por la hiperinflación, como Argentina y Venezuela, tras asistir a una irrefrenable devaluación de sus monedas tradicionales, han optado por apostar por las criptodivisas y su mayor estabilidad, para frenar la volatilidad que está llevando rápidamente a los sistemas económicos locales al colapso. Por extraño que parezca, hay países con monedas menos estables que las cripto.
Hay zonas geográficas que necesitan dramáticamente alternativas a la economía tradicional y que están fomentando abiertamente el desarrollo del ecosistema Web3 a nivel global. La adopción de criptodivisas caracteriza ya a todos los países de renta media-baja (también conocidos como LMI, low-middle income countries), donde estos sistemas de pago son populares entre inversores privados y públicos.
La carrera hacia los pagos descentralizados
El 40% de la población mundial vive en países de renta media-baja. Se trata del segmento con mayor número de afiliados. Las cifras, por tanto, son suficientes para impulsar con convicción el sector Web3, popularizando cada vez más sus circuitos y promoviendo su uso.
Aunque las criptomonedas tienen 15 años de historia, su adopción es todavía bastante limitada. Sin embargo, si tenemos en cuenta este conjunto potencial, que contiene el 40% de la población del planeta, nos daremos cuenta de que hay motivos de sobra para que los menos ricos abracen este sistema monetario y empiecen a explotarlo para adquirir más poder adquisitivo. Así pueden evitar que sus ahorros se conviertan en papel mojado, debido a la devaluación de la moneda en uso, e iniciar una revolución potencial.
El término elegido no es exagerado. Hasta ahora, estábamos acostumbrados a considerar las finanzas descentralizadas como algo minoritario, una alternativa a las finanzas tradicionales. Sin embargo, si todos los países en desarrollo, que -como sabemos- cuentan con una población muy numerosa, deciden comerciar principalmente en criptomoneda y recurrir cada vez con más frecuencia a los pagos descentralizados, esta realidad podría cambiar rápidamente, hasta el punto de subvertir el equilibrio entre TradFi y DeFi.
En Spaziocrypto creemos que, a día de hoy,no hay motivos para pensar que tal situación sea inminente. Sin embargo, ciertamente no podemos subestimar el hecho de que se trata de una hipótesis bastante plausible en un futuro no muy lejano.
