El regulador financiero de Japón, la Agencia de Servicios Financieros (FSA), ha publicado su convocatoria de reformas fiscales para 2026.
La fiscalidad de las criptodivisas es una parte central de estas propuestas, que también incluyen la ampliación del programa NISA.
Japón quiere un impuesto separado sobre las criptodivisas
Actualmente, los beneficios de las actividades de comercio de criptodivisas están sujetos a impuestos dentro del sistema de ingresos consolidados en Japón. Esto significa que las ganancias se suman a los ingresos procedentes del empleo y otras actividades empresariales, por lo que están sujetas a una fiscalidad progresiva. El tipo impositivo marginal máximo actual es del 55%, aunque la mayoría de los contribuyentes pagan entre el 15% y el 45%.
En el pasado, las asociaciones del sector han criticado esta política, argumentando que desincentiva la participación en la industria de activos digitales de Japón. En su propuesta para 2026, la FSA pide la introducción de una fiscalidad separada para las criptodivisas.
El sistema sugerido, también apoyado por grupos de la industria, introduciría un "impuesto sobre las plusvalías basado en declaraciones" para las criptoganancias. La FSA, la Japan Cryptocurrency Exchange Association y la Japan Virtual Currency Investment Association apoyan una tributación separada de las plusvalías. La propuesta fiscal de la FSA hace hincapié en que el cambio garantizaría "la equidad fiscal" y animaría a los hogares a participar en las inversiones en criptodivisas.
Otra medida incluida en el borrador de la FSA incluye la posibilidad de trasladar las pérdidas fiscales de los intercambios de criptodivisas a años posteriores. Actualmente, los contribuyentes japoneses no pueden trasladar las pérdidas derivadas del comercio de activos digitales y, por tanto, no pueden compensarlas con futuras ganancias. La FSA propone un sistema de traslado de pérdidas de tres años, en línea con lo que ya existe para las inversiones en renta variable. La introducción de esta medida podría reducir el riesgo para los inversores y fomentar una mayor participación del público minorista.
La FSA presentará la propuesta al Ministerio de Finanzas a finales de agosto, y seguirá trabajando con el grupo de trabajo fiscal de la coalición gubernamental hasta finales de año. Se espera que la legislación relacionada se apruebe en la sesión ordinaria de 2026 de la Dieta.
Expansión del programa NISA
Además de la tributación separada de las ganancias de capital de cripto, la FSA también ha pedido una expansión del programa NISA a todas las generaciones, incluidos los menores y los ancianos.
El NISA es un sistema fiscal japonés que anima a los hogares a ahorrar e invertir mediante la exención de una parte de los ingresos.
Actualmente, el NISA no se aplica a las criptodivisas, pero la ampliación propuesta extendería la cobertura del sistema a todos los grupos de edad. Esto daría a los hogares más libertad para invertir en acciones y fondos, con una gestión más eficaz del efectivo y la capacidad de hacer crecer el capital.
Al igual que gran parte del mundo, Japón pretende modernizar sus sistemas fiscales para apoyar mejor tanto los activos digitales como los tradicionales. Para la tercera economía más grande del mundo, las nuevas normas fiscales podrían tener un impacto significativo tanto en la adopción minorista como en la entrada institucional en criptodivisas.