Chainalysis, una empresa que analiza datos de blockchain, afirma que la industria de las criptomonedas va camino de experimentar su peor año en términos de robos, con más de 2.170 millones de dólares robados de servicios relacionados con las criptomonedas a mediados de julio de 2025.
Esta cifra ya ha superado la cantidad total robada en todo 2024 y es un 17% superior a la de 2022, hasta ahora el peor año para la criptodelincuencia.
Un ataque de 1.500 millones de dólares contra Bybit, supuestamente respaldado por Corea del Norte, es el principal culpable del aumento. Solo este ataque representa el 69% de los robos de criptomonedas que se han producido en lo que va de año.
Chainalysis señaló la alarmante rapidez con la que se produjeron los robos en 2025: solo se tardaron 142 días en superar los 2.000 millones, frente a los 214 días de 2022. Si la tendencia continúa, las pérdidas podrían superar los 4.300 millones a finales de año, estableciendo un nuevo récord negativo para el sector.
Amenazas a los monederos personales
Los exchanges centralizados siguen siendo los principales objetivos, pero cada vez más attacks are targeting personal wallets, which account for 23.35 per cent of stolen funds in 2025.
According to Chainalysis, this trend is linked to improved security on major exchanges and the rise of crypto users, which is inciting attackers to target the least protected.
Uno de los hechos más preocupantes es el aumento de los llamados "ataques de llave inglesa", en los que se obliga físicamente a las víctimas a entregar sus claves privadas. Estas tácticas violentas, aunque siguen siendo relativamente raras, son cada vez más frecuentes a medida que sube el precio del Bitcoin.
Chainalysis también ha informado de un aumento de los secuestros de criptoejecutivos y sus familias.
El informe pone de relieve una creciente diferencia entre las técnicas utilizadas para blanquear dinero.
Los hackers que atacan servicios de criptomonedas utilizan herramientas sofisticadas como puentes y mezcladores de cadenas cruzadas, mientras que los que atacan a particulares suelen utilizar herramientas más sencillas como intercambios centralizados o interacciones directas con contratos inteligentes.
Un hallazgo interesante es que el dinero robado permanece en la cadena durante períodos más largos, lo que podría indicar una mayor confianza en la seguridad operativa o un HODL.
Además, los atacantes están pagando más por mover fondos ilícitos: en 2025, algunas transacciones cuestan hasta 14,5 veces la media de la red, a pesar de que los costes medios han caído desde 2022.
Chainalysis concluye afirmando que, a medida que aumenta la adopción de criptodivisas, los delincuentes adoptan métodos cada vez más sofisticados y violentos para explotar a los usuarios y los servicios del sector.