El plan de Robinhood de lanzar tokens de capital privado, que darían a los inversores europeos acceso a empresas como SpaceX y OpenAI, se ha topado con un obstáculo, llamando la atención de los reguladores.
La situación empeoró cuando OpenAI dejó claro que no participaba en ningún negocio de activos digitales. El 7 de julio, la empresa declaró que dichos tokens no confieren ningún derecho de propiedad en la empresa de inteligencia artificial.
La nueva iniciativa Robinhood enciende el debate legal
El Banco de Lituania, principal regulador de Robinhood en la UE, dijo que estaba buscando activamente explicaciones completas sobre estos nuevos productos. Un portavoz del banco central dijo que obtener y analizar esta información es esencial para evaluar plenamente la legalidad y el cumplimiento de los tokens.
"Nos hemos puesto en contacto con Robinhood y estamos a la espera de aclaraciones sobre la estructura de los tokens de renta variable de OpenAI y SpaceX, así como sobre la comunicación dirigida a los consumidores", declaró el portavoz Giedrius Šniukas.
Esta atención regulatoria se centra en los grandes planes de Robinhood para entrar en el negocio de los valores tokenizados, incluida la posibilidad de que los clientes europeos accedan a más de 200 acciones y ETF estadounidenses tokenizados. Sólo unos días antes, el 30 de junio, la compañía había anunciado que dichos tokens de capital privado estarían disponibles junto con una nueva blockchain capa-2, consolidando su posición en el emergente mercado de la tokenización.
La rápida respuesta de OpenAI, que advirtió a los inversores de que los "tokens OpenAI" de Robinhood no confieren ningún derecho de propiedad ni participación en el capital de la empresa, frenó el impulso innovador de Robinhood.
A 30 de junio, el mercado de la tokenización superaba los 24.000 millones de dólares y las instituciones financieras de todo el mundo están tratando de hacerse con una tajada de este sector. El crédito tokenizado privado y la deuda del Tesoro estadounidense son actualmente las formas de inversión más populares, pero la renta variable tokenizada, que sólo representa una pequeña parte del mercado con 188 millones de dólares, se considera un segmento con gran potencial de crecimiento.
Incluso grandes nombres como BlackRock y Franklin Templeton han entrado en este espacio, emitiendo fondos del mercado monetario tokenizados e investigando soluciones de liquidación basadas en blockchain para que el sistema sea más eficiente.
A pesar del entusiasmo general por la tokenización, quedan muchas cuestiones legales y regulatorias por resolver. Los reguladores y abogados están tratando de averiguar si los instrumentos de capital tokenizados deben registrarse como valores reales o si las estructuras similares a los derivados son suficientes para cumplir con las regulaciones en Europa y EE.UU.
La investigación en curso del Banco de Lituania sobre Robinhood podría sentar un precedente importante para la empresa, especialmente teniendo en cuenta su plan para ampliar su marco de tokenización a nivel mundial. La reciente presentación en la conferencia EthCC en Bruselas mostró planes detallados para tokenizar una amplia gama de instrumentos financieros. Sin embargo, esta reacción negativa inicial muestra lo difícil que es encontrar un equilibrio entre la promoción de la innovación y la protección de los inversores en un sector digital en rápida evolución.
La Comisión Europea está estudiando la posibilidad de establecer un marco para la tokenización de Robinhood.